La vida cotidiana de los gallegos y gallegas no sería el incluso sin la ingente actividad minera que caracteriza a nuestra comunidad.
El agua mineral que bebemos, la pizarra y la teja de los tejados, una parte importante de la energía que consumimos, la arcilla para hacer cerámica, el granito que levanta los edificios y las casas en las que vivimos, los balnearios en los que nos relajamos, las carreteras y puentes por las que nos desplazamos, los áridos y metales para hacer los materiales de construcción… Todo depende de los elementos de la explotación minera. Incluso en productos en los que a primera vista no se aprecia, como los cosméticos o las bombillas, podemos encontrar recursos mineros.
Más allá de su relevancia económica, no podemos olvidar que la minería está presente en prácticamente toda la actividad humana ya que, exceptuando la madera y las fibras naturales, todos los materiales empleados por el ser humano para su desarrollo son de base mineral. De hecho, cada europeo/a consume un promedio anual de entre 5 y 10 toneladas de productos minerales.
Los minerales son esenciales para el desarrollo y, por lo tanto, para nuestra calidad de vida y la creación de comunidades sostenibles.
Por ejemplo, un inmueble puede llegar a contener hasta 150 toneladas de minerales en forma de cemento, arcilla, materiales compuestos, cerámica, tejas, pizarra y toneladas de metales, entre otros. En el caso de un automóvil, contiene hasta 150 kilos de minerales (caucho, plásticos, vidrio) y más de una tonelada de metales, el 50% de las pinturas y del papel se elaboran a partir de minerales; el vidrio y la cerámica también contienen hasta un 100% de minerales.
Aquí podrá descubrir la riqueza mineral de Galicia, su importancia para el progreso económico gallego, los momentos de su día a día que no serían lo mismo sin los productos procedentes de las explotaciones mineras. En definitiva, un viaje completo por la minería gallega.
Progreso económico
La minería es uno de los pilares imprescindibles de nuestra economía. Las cifras hablan por sí solas:
Amplia riqueza mineral
En la actualidad, la minería gallega se basa en varios subsectores:
Además del granito y la pizarra hace falta destacar que, en Galicia, se aprovecha una amplia variedad de minerales, como anfibolita, arcilla, arena silícea, arenisca, caliza, caolín, corneana, cuarcita, cuarzo, feldespato, magnesita, serpentina y dunita, entre otros.
Innovación y sostenibilidad
La industria minera apuesta por dos ejes de futuro: la innovación y la sostenibilidad.
En cuanto a la I+D+i, se realiza un esfuerzo constante mejora de los procesos de extracción, de la maquinaria utilizada y de los sistemas de seguridad. De este compromiso con la innovación surgieron los diferentes clústeres relacionados con la minería (pizarra, granito y termalismo), dedicados a fomentar la competitividad y la especialización.
En lo que se refiere a la sostenibilidad, la reducción del impacto ambiental y la rehabilitación de espacios son otras de las premisas de la minería. Cualquier proyecto tiene que ir vinculado a un plan integral de restauración de su entorno y de su biodiversidad.
La vida cotidiana de los gallegos y gallegas no sería lo mismo sin la ingente actividad minera que caracteriza a nuestra comunidad: el agua mineral que bebemos, una parte importante de la energía que consumimos, los utensilios de cerámica que utilizamos, las casas en las que vivimos, los balnearios en los que nos relajamos, las carreteras y puentes por las que nos desplazamos… todo depende de los productos de la explotación minera.
Más allá de su relevancia económica, no podemos olvidar que la minería está presente en prácticamente toda la actividad humana, ya que, excepto la madera y las fibras naturales, todos los materiales empleados por el ser humano para su desarrollo son de base mineral.
Cada persona, a lo largo de su vida, consume 400 toneladas de productos de la minería, sin incluir los energéticos.
Los minerales son esenciales para el desarrollo y, por lo tanto, para nuestra calidad de vida y la creación de comunidades sostenibles.
Por ejemplo, un inmueble puede llegar a contener hasta 150 toneladas de minerales en forma de cemento, arcilla, materiales compuestos, cerámica, tejas, loseta y toneladas de metales, entre otros. En el caso de un automóvil, contiene hasta 150 kilos de minerales (caucho, plásticos, vidrio) y más de una tonelada de metales, el 50% de las pinturas y del papel se elaboran a partir de minerales; el vidrio y la cerámica también contienen hasta un 100% de minerales.